martes, 22 de noviembre de 2016

Nacer a la lectura y más... Mario Méndez



No imagino la vida sin lectura”

 

 

Nacido en Mar del Plata, instalado en Buenos Aires desde hace más de 20 años, Mario Méndez, es maestro, editor, y escritor. Estudió realización cinematográfica, y creo que esa mirada en relación a la imagen,  está presente en su actividad como autor y en todo lo que hace. Dirige la colección Mar de Papel de la Editorial Crecer Creando. Además, es co-fundador y co-director de la editorial Amauta,  junto a su amigo Jorge Grubissich. Coordina un programa de entrevistas a escritores e ilustradores, Bibliotecas para Armar, hace ya 10 años. Estas imperdibles entrevistas se encuentran en el blog, Libro de arena  y han pasado al papel en un libro que guardo con inmenso cariño en mi biblioteca. Además, como parte de este Programa, Mario dicta talleres en bibliotecas populares y espacios comunitarios.

Tiene más de 40 libros publicados, entre ellos unas 20 novelas. El primero fue El monstruo de las Frambuesas, le siguió El monstruo del arroyo (también publicada en México, Uruguay, Paraguay y Chile), Cabo Fantasma (premio Fantasía de Narrativa en 1998, también publicada en Bolivia), Pedro y los lobos (publicada en Alfaguara Bolivia), El vuelo del dragón (con edición en Puerto Rico), El regreso de los dragones, El regreso de los innombrables, El tesoro subterráneo, Brujas en el bosque, La aventura de La Juanita, Dos veranos, Los secretos del domingo, Los buscadores del Tuyú, El aprendiz, Ana y las olas y El viejo de la biblioteca. Ha publicado, además, más de cincuenta cuentos, entre los que se destacan El partido, (mención en el concurso Amnistía te cuenta tus derechos, organizado por Amnistía Internacional Argentina en 1997) y Notas, (tercer premio en el concurso de cuentos organizado por la Universidad de Mar del Plata en 1984). Algunos de sus cuentos se encuentran reunidos en los libros El partido y otros cuentos, Noches siniestras en Mar del Plata, El extraño y otros cuentos, Camino rojo y otros cuentos inquietantes, La niña momia y Gigantes (destacado de Alija en 2011), y ¿Quièn soy?.

Con Mario nos une la pasión por el club de Núñez, y por los libros. Es alguien que no se cansa de aprender, como un buen maestro, y difícil de seguir, en continuo movimiento. Nos hemos cruzado en las ferias, bibliotecas y otros espacios de lectura. He sabido de sus viajes recorriendo escuelas para encontrarse con sus lectores, y siempre me ha admirado su buena disposición para compartir con otros, su pasión por la lectura.

Hay algunos de sus libros, que siento, me han tocado especialmente:
Uno es El monstruo de las frambuesas (de Editorial Amauta) fue el primer libro de Mario, y uno de los últimos que llegó a mis manos.

 

 

 Lo buscaba hace un tiempo, y lo encontré en el Festival Gustavo Roldán en el ECUNHI,  en el stand de su editorial (fue en ese momento que nos enteramos de otra rara coincidencia que compartimos, una de sus hijas había sido alumna mía  en clase de biología).

El libro cuenta una aventura ambientada en la Patagonia. Una historia de amistad, de aventuras, afectos. Muy bien narrado, de lectura ágil, me dejó con una sensación de calor interior. Creo que a todos nos gusta volver a sentirnos así, como niños, o como adultos que por un momento se sienten como niños dispuestos a dar pelea al mal, y vencerlo.

 En la entrevista que le hicieron los chicos de Tinkuy,  Mario cuenta como nació ese primer libro y su alegría al enterarse de que iba a publicarse.

(pueden escuchar las entrevistas acá: http://tinkuy.com.ar/programas-emitidos)

En ese momento se desempeñaba como maestro de grado, (ese contacto con los chicos lo  impulsó a escribir literatura infantil) y Adela Basch, en persona lo llamó al colegio, en el momento en que estaba dando clases, para decirle que se lo iban a publicar. Es más, el título fue una sugerencia de la propia Adela.

Hace unas semanas, encontré de casualidad una primera edición de ese libro. Me pareció que era una señal, (una de tantas, han sido incontables las veces que me he cruzado con Mario en los últimos meses mientras intentaba terminar de escribir esta entrada)


Esa edición tiene las ilustraciones de Gustavo Roldán (h) que me sorprendieron gratamente.

El segundo libro elegido, nos lleva de nuevo al sur. Una novela juvenil, publicado por Edelvives, en la colección Alandar, que me atrapó desde el inicio.

 

Una novela inspirada en su propia historia, me hizo emocionar, y la elijo porque fue una de mis lecturas favoritas de este verano (justo cuando recorrí con la familia algunos de los lugares que se mencionan en el libro). El protagonista, Pablo, decide buscar a su abuela, de quien la familia perdió el rastro, y luego de hallarla, emprende con ella esa Vuelta al Sur. Un recorrido de miles de kilómetros, a su propio pasado

Un libro que especialmente recomiendo para los  mediadores, y a todos los que quieran conocer más sobre sus escritores favoritos, es Entrelíneas, 20 conversaciones con autores de la literatura infantil y juvenil de la Argentina. 

Podemos leer las entrevistas, junto con los textos (al finalizar el autor comparte algo de su propia obra) de Paula Bombara, Liliana Cinetto, Didi Grau, Pablo de Santis y tantos otros grandes protagonistas de la LIJ.

Quisiera destacar el impecable trabajo de investigación, esa profunda lectura que le permite conocer a cada entrevistado y a su vez, el ambiente cálido e intimista que logra, en cada una de sus encuentros (lo digo porque lo he presenciado), como si fuera apenas, una charla entre amigos. Todo esto queda magníficamente plasmado en este libro, publicado en conjunto por Amauta y Cabiria, en el 2015 del que estoy esperando ansiosa una continuación.

Por último no quiero dejar sin nombrar a ¿Quién soy? Relatos sobre identidad, nietos y reencuentros. Editado por Calibroscopio, premiado por Alija en 2013.

 

 

El libro, absolutamente indispensable en todas las bibliotecas escolares, reúne cuentos que tienen por protagonistas a nietos recuperados. De la mano de autores de la talla de Paula Bombara, Iris Rivera, María Teresa Andruetto, y el propio Mario, la realidad se hace ficción. Al final de cada cuento está la historia detrás, lo que nos permite, al leerlo con otros, (como lo hice yo, siempre al borde de la emoción), podamos hacer memoria. Las ilustraciones de Irene Singer, María Wernicke, Istvansch y Pablo Bernasconi, potencian cada uno de los cuentos. Querido Melli, el relato de Mario, da cuenta en una larga carta en la esperanza del reencuentro, que le hace una hermana a su mellizo que todavía está buscando.

Me gusta mucho esta foto, que tomé prestada del blog, El Libro de Arena, en donde Mario aparece con Paula Bombara y Sandra Comino, en el rol de entrevistado. Un rol que no ocupa en forma tan frecuente, pero que resultó, gracias al mágico espacio de La Nube y a los entrevistadores (entre los que se encontraban Andrea Ferrari y Sebastián Vargas), otro imperdible encuentro.

En este link pueden leer la primera parte de la entrevista
 http://bibliotecasparaarmar.blogspot.com.ar/2015/04/mario-mendez-creo-que-los-libros.html
 


Los dejo con los inicios lectores de Mario. Me disculpo por haber tardado tanto en volver al blog (y en publicar esta entrevista).

Y espero que nos sigamos leyendo...

 ¿Qué recuerdos tienes de tu inicio lector? ¿Qué libro, relato , historia de la infancia, recuerdas especialmente?

Mis dos primeros libros, grandotes, de Sigmar, que tuvieron mis hijas y ahora volvieron a mí. Caperucita roja, y Las ardillitas mellizas. Todavía me acuerdo del comienzo: En un tronco hueco vivían dichosas/, dos ardillas listas, inquietas curiosas/Eran tan iguales que nadie sabía/ ni aún su propia madre, si eran Pío o Pía.

¿Quién o quienes te acercaron los primeros libros, o las primeras historias en tu niñez? ¿Cómo llegaste a ellas?

Mi madre y mi padre. Curiosamente, ninguno de los dos terminó la primaria, pero siempre me acercaron libros e historias, me las contaban o leían.

 ¿En qué lugar de tu infancia te recuerdas leyendo? Si tuvieras que describirme una imagen tuya en tus inicios lectores ¿cuál sería?

Leyendo por las mías ya un poquito más grande, tipo 9 años, en la cama. Me terminaba una novela de las de Billiken (generalmente adaptaciones) en una o dos noches. Mi hija menor, Violeta, ahora hace lo mismo. También la lectura de Vida animal, fascículos que me compraban mis viejos en un kiosco, y que leía con avidez: cada animal empezaba con una historia, eso era lo que me gustaba.

 Hoy en día ¿en qué lugar te gusta leer? ¿Tienes algún hábito o costumbre que te caracterice al momento de comenzar a leer, o al escoger un libro?

Leo en los viajes, invariablemente: colectivo, subte, tren, avión o lo que sea. Leo en el baño, también invariablemente. Y en la cama, claro. No tengo ningún hábito particular, leo de todo.

 Si tuvieras que elegir una palabra (pueden ser dos, o más) para describir lo que significa un libro para vos ¿cuál o cuáles serían?

Yo vivo con los libros, de los libros y en cierto sentido, para los libros. Doy clases en Edición, doy talleres de cine y literatura, escribo, entrevisto escritores. Estoy rodeado. Y me encanta.

 Si tuvieras que decir lo que significa para vos la lectura en pocas palabras, ¿cuáles serían?

Es central para mí. No me imagino la vida sin lectura.

 ¿Qué estás leyendo en el momento en que te ha llegado esta entrevista? O ¿qué estás buscando leer?

Acabo de terminar “Hijos de los hombres”, de P. D. James. Me gustó, pero se me cayó al final.

Y la obra casi completa de Ema Wolf, porque la voy a entrevistar en unos días.